UNA MAÑANA DE SÁBADO DE PRIMAVERA, EN EL INTERIOR DE MI MENTE RELATORA Soy de plantas, no de mascotas, pero de niña tuve gusanos de seda. También los tuvieron mis hijos. No hay mejor libro de texto que observar el ciclo de la metamorfosis de las orugas en vivo y en directo. Aunque, a mí, siempre me repugnaron tanto los gusanos como el olor desagradable que se desplegaba al levantar la tapa de la caja de cartón de zapatos usados, perforada como un queso gruyer, con un lápiz de colegio. No tengo que hacer un esfuerzo para recordar la mezcla del olor acre de los zapatos usados, untados de betún durante años, con el olor dulce y fresco de las hojas de morera y el concentrado tufo terroso, húmedo y ácido de los gusanos y sus excrementos. Recuerdo el episodio años después, cuando al regresar del colegio donde enseñaba a mi alumnado con una secuencia de imágenes impresas en tarjetas de cartón las etapas de es...
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Mostrando entradas de mayo, 2025
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DONDE EL DESEO VIAJA EN ASCENSORES — ¡Para! ¡Espera! ¡He oído algo! ¿Tú no? —Doy un respingo al tiempo que acercas mi cara —retirada a toda prisa— hacia la tuya con una leve presión en la nuca. Tus labios buscan recuperar el beso interrumpido, pero ya no estoy tranquila. Las alarmas han saltado, me roban la calma que necesito para abandonarme a nuestras furtivas escaramuzas en este espacio reducido, en el que, en cualquier momento, podemos cruzarnos con alguien de mi familia o el resto de los vecinos de la vivienda. Corrían los años 70 y, al caer la noche, solíamos dejar las huellas de nuestro deseo flotando en el cubículo azul del ascensor del bloque donde vivía, como resultado de nuestras inacabadas despedidas. Su recorrido era corto, tres plantas de subida y bajada, pero nosotros lo que requeríamos de él no era su mov...
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DÍA DE LA MADRE Los días de la madre giran y giran cada año, el primer domingo de mayo. Mi fijo y mi móvil continuarán también grabados en sus agendas como yo conservo el tuyo. ¿A dónde irán las llamadas que no podemos hacer? —Hola, mamá: ¡Muchas Felicidades! Algún día, quizás, ellos también tendrán hijos que les regalen flores y que sigan dando vueltas mientras giran las estaciones. Cautivos en el carrusel del tiempo, como tú, como yo, como ellos, persiguirán sus sueños. María José Aguayo